Esta receta no puede ser ni más fácil ni mas efectiva. Se ha hecho en mi casa de toda la vida, seguro que mas de un@ se sorprenderá.
Simplemente hay que lavar y secar una manzana y meterla en el congelador. Dejarla congelar. El tiempo, bueno pues hasta que vaya a ser usada. Puede estar en el congelador todo el tiempo que queráis, días, semanas...Hay que prever cuando queremos usarla y sacarla el tiempo suficiente para que se descongele totalmente. Os pongo unas imágenes del proceso de descongelación porque es muy curioso. Sale con su color natural pero a medida que se descongela se oscurece mas o menos igual a cuando se asa de forma tradicional en el horno.
Queda blandita y jugosa. Con un poco de caramelo, chocolate o licor por encima...tenemos un postre delicioso.
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